El tiempo sigue su rumbo decisivo y no deja escapar un mero paso. Maletas han llegado y otras han partido de vuelta a encontrarse con un viejo horizonte repintado. Entre el frió y la nieve expectante por colarse entre las nubes, muchas miradas recuerdan antiguas aventuras y momentos.
No sabemos si volveremos a ver aquellas miradas que fueron nuestra mas fraterna compañía en este pequeño sitio. Tampoco podemos deducir el tiempo en que volvamos abrazar aquellos personas que nos han dibujado un rincón en el corazón. Ni sabremos si nos encontraremos en otro sitio muy lejos de aquí.
Pero, lo vivido, no se borra. Aquello que nuestro corazón ha guardado no podrá olvidarse. La huella que han dejado aquellas personas no se erosiona, ni se esfuma...siempre quedara para volver a recordar cada momento y dibujar una sonrisa por lo vivido.
Las fotos mas lindas no están en un cámara sino en tu tu interior guardadas con un lazo de oro.
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