Palabra que a veces esta tan lejana de nuestra vida, que nos olvidemos que existe o que meramente podemos utilizar.
Los problemas, los obstáculos, el desgano, los muros, los llantos… tantos protagonistas de nuestra historia que nos roban la posibilidad de sacarle a cada día ese rayito de sol que nos brinda la vida.
Seamos los autores y protagonistas que escribimos el libro de nuestro camino.
Seamos los acordes que provienen de las cuerdas de nuestro corazón.
Seamos el silencio que recorre lo más sagrado de nuestra alma.
Seamos esa corriente que difuma las piedras de nuestro arroyo.
Seamos los dueños de nuestros pasos, para poder disfrutar de cada minuto de esta aventura, llamada vida.
lunes, 30 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
Estancado en el suelo
Existen días en los que desplegamos nuestras alas pero por alguna razón no podemos despegar. Heridas en alguna ala o simplemente un cielo nublado nos obliga a quedarnos en tierra.
Son días en los que la luz no se asoma y nos sentimos estancados en el suelo, no encontrado soluciones o respuestas a las preguntas. Parece que las acciones que efectuamos no tienen sentido o no encuentran destinatario.
Miramos al cielo con esa imposibilidad de no poder tocar las nubes, ni descubrir tierras nuevas desde las alturas. Extrañamos el sonido del viento y el calor del sol al cerrar las pupilas.
Añorando el volar, nos quedamos curando nuestras alas o pacientes hasta que el gris de las nubes se disuelva con el viento. Ahí mirando hacia arriba, recuperamos fuerzas para iluminar en el siguiente vuelo todas aquellas miradas estancadas en el suelo.
Son días en los que la luz no se asoma y nos sentimos estancados en el suelo, no encontrado soluciones o respuestas a las preguntas. Parece que las acciones que efectuamos no tienen sentido o no encuentran destinatario.
Miramos al cielo con esa imposibilidad de no poder tocar las nubes, ni descubrir tierras nuevas desde las alturas. Extrañamos el sonido del viento y el calor del sol al cerrar las pupilas.
Añorando el volar, nos quedamos curando nuestras alas o pacientes hasta que el gris de las nubes se disuelva con el viento. Ahí mirando hacia arriba, recuperamos fuerzas para iluminar en el siguiente vuelo todas aquellas miradas estancadas en el suelo.
martes, 10 de noviembre de 2009
Muros
Estos últimos días los periódicos han traído a nuestras vidas el recuerdo de muros y derribos, pero en nuestro camino también se encuentran cimentados muchos de ellos.
Muros construidos por el “que dirán” y hacen que el diamante que tenemos dentro no salga a relucir.
Muros realizados por nuestros miedos, que a veces impiden el paso de luces que pueden hacer brillar nuestro paso.
Muros llenos de ladrillo del egoísmo, que nos hacen olvidar la solidaridad que tenemos.
Muros tan altos, que nos impiden ver lo hay en el corazón de las personas que nos rodean, quedándonos en lo periférico.
Hay tantos muros, pero lo más importante, es saber que aunque ya estemos acostumbrados a ellos, algún día los derribaremos para seguir adelante y dejar huella con lo mejor que habita en cada uno.
Muros construidos por el “que dirán” y hacen que el diamante que tenemos dentro no salga a relucir.
Muros realizados por nuestros miedos, que a veces impiden el paso de luces que pueden hacer brillar nuestro paso.
Muros llenos de ladrillo del egoísmo, que nos hacen olvidar la solidaridad que tenemos.
Muros tan altos, que nos impiden ver lo hay en el corazón de las personas que nos rodean, quedándonos en lo periférico.
Hay tantos muros, pero lo más importante, es saber que aunque ya estemos acostumbrados a ellos, algún día los derribaremos para seguir adelante y dejar huella con lo mejor que habita en cada uno.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Siéntate y…
Pasamos nuestro día a día corriendo tras reuniones, horarios, citas y lugares, pero aunque corramos, siempre llegamos a la conclusión que nunca tenemos suficiente tiempo.
El otoño se lleva entre sus suspiros aquellas hojas que descubrieron el sol en primavera, pero nuestra urgencia no llega a admirar semejante cambio.
El frío ya se posa en nuestras manos, pero nuestra mente no tiene tiempo para descubrir esa sensación nueva del año.
La lluvia se acerca a nuestras ventanas y en vez de admirar esas lágrimas del cielo, solo pensamos en llevar un paraguas.
Pero creo que siempre hay tiempo para sentarnos al borde de un banco, descubrir en el soplo del viento el susurro del cielo, admirar las estaciones en las hojas, emocionar la mirada con aquel paisaje perdido y sentir en la mejilla las caricias del aire.
Siéntate y regálate un minuto de naturaleza para el corazón
El otoño se lleva entre sus suspiros aquellas hojas que descubrieron el sol en primavera, pero nuestra urgencia no llega a admirar semejante cambio.
El frío ya se posa en nuestras manos, pero nuestra mente no tiene tiempo para descubrir esa sensación nueva del año.
La lluvia se acerca a nuestras ventanas y en vez de admirar esas lágrimas del cielo, solo pensamos en llevar un paraguas.
Pero creo que siempre hay tiempo para sentarnos al borde de un banco, descubrir en el soplo del viento el susurro del cielo, admirar las estaciones en las hojas, emocionar la mirada con aquel paisaje perdido y sentir en la mejilla las caricias del aire.
Siéntate y regálate un minuto de naturaleza para el corazón
lunes, 2 de noviembre de 2009
Motivo
“Siempre hay algún motivo que nos mantiene vivo, se que todo lo que viene es mejor.”
Escondido entre la lluvia de problemas del día a día, ahí esta tú motivo.
Lejano como la distancia dibujada entre tú mirada y las estrellas, ahí esta tú motivo.
Oculto entre la organización constante de tu mente por el futuro, ahí esta tú motivo.
De incógnito paseando por los recuerdos de aquellas aventuras pintadas en el amanecer de tu vida, ahí esta tú motivo.
Caminando por las sendas más profundas de tu corazón, ahí esta tú motivo.
Ese motivo, que te llena de esperanza y te empuja a seguir andando
Ese motivo, que despierta al héroe a seguir combatiendo el mal.
Ese motivo, que te invita a vivir y ver el futuro con una sonrisa.
Escondido entre la lluvia de problemas del día a día, ahí esta tú motivo.
Lejano como la distancia dibujada entre tú mirada y las estrellas, ahí esta tú motivo.
Oculto entre la organización constante de tu mente por el futuro, ahí esta tú motivo.
De incógnito paseando por los recuerdos de aquellas aventuras pintadas en el amanecer de tu vida, ahí esta tú motivo.
Caminando por las sendas más profundas de tu corazón, ahí esta tú motivo.
Ese motivo, que te llena de esperanza y te empuja a seguir andando
Ese motivo, que despierta al héroe a seguir combatiendo el mal.
Ese motivo, que te invita a vivir y ver el futuro con una sonrisa.
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