La ciudad duerme, parece que esta envuelta en un aro de silencio para preparar un nuevo día. Los faros iluminan el camino de algunas almas que buscan cobijo del frió de la soledad. En algún rincón de la jungla de cemento habrá un corazón herido, en otro brindaran por una llegada inesperada, tal vez en algún sitio estén tomando un café para aguantar la noche de trabajo... Pero en mi parte de la ciudad intento encontrar las claves perdidas para conciliar el sueño.
Cuando la ciudad duerme, la luna es el faro de los navegantes y la luz de muchos llantos.
Cuando la ciudad duerme, no hay mas que el eco de los pasos lejanos de la calle.
Cuando la ciudad duerme, el secreto del silencio aborda todos los rincones.
Cuando la ciudad duerme, la música del corazón despierta y nos habla con tranquilidad.
El mundo parece pararse cuando la ciudad duerme, y es esa sensación la que, en infinidad de ocasiones, nos trae la paz...
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