Y allí estaba el, entre el silencio y el ruido de la ciudad. Con el campo de luces de los edificios como el escenario de sus pensamientos y el olor a lluvia como el marco de sus reflexiones. Allí estaba el, acompañado por una cúpula decorado por suaves brillos de luna. Allí estaba el, sin ninguna respuesta y con muchas preguntas...sin miedo pero sin rumbo...
Allí estaba el, deteniendo el mundo y dibujando sus palabras....