Pregúntate

Puedes sentarte en el borde de cualquier banco e imaginar tu futuro, describir miles de tus sueño y dibujar en el cielo trazos llenos de proyectos.

Pero....
Si tu día a día no concuerda con tus futuros horizontes.
Si tu presente se desvia totalmente de lo que tu interior sueña.
Si tu realidad no es más que seguir la corriente.

¿Dónde acabaran todos esos sueños de tu corazón?

La próxima vez que te sientes en ese banco pregúntate....

¿Qué quieres de tu vida?
¿Qué haces en tu día a día para alcanzar esos sueños?

De vuelta

Vuelves aquel lugar donde empezo todo, donde aprendiste a reecontrarte contigo mismo.

Vuelves a ver aquellos rostros que tu corazón tanto añoraba.

Vuelves a escuchar palabras llenas de grandes proyectos.

Vuelves a dejarte a iluminar por miradas llenas de ilusión y esperanza.

Vuelves a tocar acordes llenos de sal y recuerdos.

Vuelves a sentirte como si el tiempo no hubiera pasado y las distancia si hubiera desvanecido.

Pero te levantas por la mañana, subes a un tren y te das cuenta que vuelves aquel sitio donde tu corazón debe servir ahora.

El capítulo sin fin

Recuerdo que alguna vez me han comentado que la vida es como un libro. Pero ¿qué pasa cuando estamos escribiendo un capítulo y lo dejamos sin fin?. Nos olvidamos del punto final y decidimos continuar con el siguiente.
Ahora bien realmente la pregunta llega a un punto más profundo, ¿Por qué decidimos en no terminar dicho capítulo? ¿Por qué continuamos escribiendo teniendo pendiente un final?

Le restamos importancia, hacemos olvido de las ultimas palabras y continuamos como si hubiera terminado. Pero llegará un capitulo, que nos recordará que algo queda pendiente por escribir. Llegaran frases que no entedamos porque debemos poner fin aquel trozo de papel sin párrafo final.


A veces esas letras de aquel capítulo sin fin nos cuestan, nos duelen, pero no tengamos miedo porque la valentía que alberga nuestro interior será capaz de escribir aquel final olvidado.

Tú si que vales..

No seamos grises, templados..... Valemos, por ello vamos a ser FRIOS o CALIENTES.

Si queremos valer... hay que VIVIR AMANDO.. porque si no hay amor todo es mentira, todo pierde su color.

Pero vivir amando, significa ser..... SAL Y LUZ... en este mundo.

Ser sal y luz, es iluminar la vida del otro...dejar HUELLA.

Si optamos por dejar huella, no podemos quedarnos quietos....hay que JUGARSELA.


Jugarsela, es mojarse, es no quedarse de mero espectador, sino tambien DEJARSE iluminar por este mundo.

En definitiva....TU SI QUE VALES...TU eres OTRO ROLLO.


GRACIAS A LAS 34 LUCES QUE ILUMINARON ARATORÉS 2010...GRACIAS POR VOLVERME A DEMOSTRAR QUE VALE LA PENA VIVIR AMANDO.